Mis estimados amigos,
Aún no repuesta de la gigantesca emoción que me ha deparado el haber podido conseguir el estupendo Ruhla, me he agenciado otra pieza para cortar el aliento.
En mi última visita al taller de don Luis, le comenté al maestro que me habían ofrecido un Gruen, pieza extraña en las pampas argentinas, dado que no es un reloj que se comercializara en el país. El maestro, siempre atento, me mostró, en esa oportunidad, un Gruen que no ha podido armar por falta de piezas, y se congratuló de que yo hubiese podido localizar uno en condiciones.
En realidad quién debe llevarse el mérito es una imprevista y lejana amistad, de esas que la vida te regala sin pedirlo, que ha tenido la gentileza de escribir, textual, la frase que sigue: " hoy me han ofrecido un reloj y pensé en vos...". Me he sentido alagada porque, en vez de " tirar" la pieza en la parrilla de Internet, se acordara de mí y mis ganas de empezar una colección seria. Las fotos son elocuentes, hablan por si solas.
Gruen era un reloj deseado pero inhallable, un ausente permanente en mi lista de futuribles. Además, y si bien no tiene la monumental carga emotiva del pequeño Ruhla, tiene ese aire Art Decó espléndido y atemporal que me ha encandilado de solo verlo.
Deseo por este medio dar gracias a Gustavo por su gentileza, y nuevamente al maestro Luis por sus maravillosos consejos. Y si algo he empezado a entender, es el eterno consejo que nos repite incansablemente nuestro infatigable ELRELOJ: " diferencia hay entre juntar relojes y coleccionarlos". En ese camino estoy, entonces.
gruen1.jpg gruen2.jpg gruen3.jpg gruen4.jpg gruen5.jpg
Y don Luis, pasaré la semana que viene por su taller, y llevaré ambas piezas ( Este y Oeste ); así de paso charlamos sobre los relojitos que me esperan...
Saludos, mis amigos, buena salud y excelente semana.
gabriela
Aún no repuesta de la gigantesca emoción que me ha deparado el haber podido conseguir el estupendo Ruhla, me he agenciado otra pieza para cortar el aliento.
En mi última visita al taller de don Luis, le comenté al maestro que me habían ofrecido un Gruen, pieza extraña en las pampas argentinas, dado que no es un reloj que se comercializara en el país. El maestro, siempre atento, me mostró, en esa oportunidad, un Gruen que no ha podido armar por falta de piezas, y se congratuló de que yo hubiese podido localizar uno en condiciones.
En realidad quién debe llevarse el mérito es una imprevista y lejana amistad, de esas que la vida te regala sin pedirlo, que ha tenido la gentileza de escribir, textual, la frase que sigue: " hoy me han ofrecido un reloj y pensé en vos...". Me he sentido alagada porque, en vez de " tirar" la pieza en la parrilla de Internet, se acordara de mí y mis ganas de empezar una colección seria. Las fotos son elocuentes, hablan por si solas.
Gruen era un reloj deseado pero inhallable, un ausente permanente en mi lista de futuribles. Además, y si bien no tiene la monumental carga emotiva del pequeño Ruhla, tiene ese aire Art Decó espléndido y atemporal que me ha encandilado de solo verlo.
Deseo por este medio dar gracias a Gustavo por su gentileza, y nuevamente al maestro Luis por sus maravillosos consejos. Y si algo he empezado a entender, es el eterno consejo que nos repite incansablemente nuestro infatigable ELRELOJ: " diferencia hay entre juntar relojes y coleccionarlos". En ese camino estoy, entonces.
gruen1.jpg gruen2.jpg gruen3.jpg gruen4.jpg gruen5.jpg
Y don Luis, pasaré la semana que viene por su taller, y llevaré ambas piezas ( Este y Oeste ); así de paso charlamos sobre los relojitos que me esperan...
Saludos, mis amigos, buena salud y excelente semana.
gabriela